Skip to main content

moiiii.jpg

Zaida, una jóven indígena wayuu, cumplió su encierro (ritual que refleja el paso de niña a mujer) y comenzó la fiesta en su ranchería. Sus pies descalzos danzaban bajo un intenso sol imitando a las aves del desierto de la Guajira. 

Estas fueron las primeras imágenes mostradas en la película Pájaros de Verano, dirigida por Cristina Gallego y Ciro Guerra. La obra colombiana que fue estrenada el pasado 2 de agosto en los cines del territorio nacional y que narra la historia del comercio de la marihuana en La Guajira, ha generado posiciones encontradas entre quienes la aprueban y quienes aseguran que desfasa esta cultura milenaria. 

En el marco de la 8va Muestra de Cine y Vídeo Wayuu que se celebra en Uribia, capital indígena de la Colombia, representantes de la cultura, parte del equipo de producción y algunos actores se dieron cita para conversar sobre el tema. 

Para Guillermo Ojeda, coordinador general de la Junta Autónoma Mayor de Palabreros, la película es una obra de arte con respecto a la forma, pero en su contenido desvirtúa los elementos sagrados que caracterizan al pueblo wayuu. 

Ojeda considera que en la película postulante por Colombia a la próxima edición de los premios Oscar y Goya no se hizo un buen uso del idioma wayuunaiki “debemos darle la importancia que tiene nuestra lengua. En la película se debió hacer énfasis en el manejo del idioma y mostrar con claridad el  rol del palabrero: Anajirrawa (paz), Painjajirrawa (trabajar juntos)”. 

El sabedor wayuu agrega que las familias de La Guajira han vivido una crisis social y espiritual a partir de práctica comercial de la marihuana. Esta realidad se contrapone con los valores  del único pueblo en el mundo que tiene un sistema de normas con una visión de justicia.

Guillermo Ojeda concluye que los Wayuu son tejedores por naturaleza y se debe continuar hilando historias hechas por indígenas y que mantengan su esencia “aplaudo que hayan participado miembros de la etnia, soñamos con que algún día ellos sean los realizadores”. 

nnnnnn.jpg

Por su parte la cineasta wayuu Leiqui Uriana, quien se desempeñó como  asistente de producción y asistente en la dirección de extras en la película, destaca que Pájaros de Verano expresa parte de las manifestaciones culturales de un pueblo “Considero que Pájaros de Verano es un intento para aproximarse a la una cultura y mostrar cómo se van dando situaciones favorables o desfavorables en el intercambio con una sociedad distinta, la alijuna”.

“El universo wayuu no puede estar metido todo en una sola película, pero sí se puede en una sola película mostrar parte del universo wayuu”, agrega Uriana para destacar que en la súper producción colombiana si bien fue hecha por alijunas (no wayuu) trataron de conservar algunas manifestaciones sagradas y resalta que detrás de cámaras se involucraron a realizadores y asesores indígenas.  

Greider Mesa, joven wayuu que le dio vida al personaje de “Leonidas”, expresa que participar en una película por primera vez representó un reto “Pájaros de Verano fue la coincidencia más bonita de mi vida, el hecho de haber tenido la oportunidad de participar en una película. Nunca pensé en tener un papel en una obra escrita por los directores Cristina Gallego y Ciro Guerra”.

“Cuando llego a Pájaros de Verano comienzo a revalorizar nuestra cultura. Al retomar todos esos elementos sagrados, me doy cuenta que mi cultura es hermosa.   No fue fácil trabajar en el personaje, hubo momentos de mucha duda pero gracias a Dios logramos mostrar la problemática en la cual se basó la historia, fue muy dura y aun se sienten las consecuencias” señala Mesa. 

La muestra de cine y video wayuu fue el escenario para este debate que contó también con la participación de los actores naturales Joaquin Prince, Daysi Camargo, Yair Rojas y  miembros de la Escuela de Comunicaciones Wayuu que formaron parte de la producción de Pájaros de Verano. 

Luego del estreno de Pájaros de Verano, esta es la primera vez que los indígenas wayuu se reúnen para hablar de cómo se vieron representados en cada uno de los personajes. Uno de los puntos de coincidencia entre los invitados fue continuar abriendo espacios para analizar el contenido de la obra cinematográfica colombiana y tener más elementos para repensar cómo llevar vida wayuu a las pantallas.